El problema de esta crisis es que no está sirviendo para lo que de verdad sirven las crisis: para tocar fondo, darse cuenta de lo que no ha ido bien y, después de una profunda reflexión, seguir adelante con el paso cambiado, o buscar un camino alternativo, o un atajo, o construir un camino completamente nuevo. Esta crisis no parece ser nada más que un agotamiento de un modelo de crecimiento constante que necesita una pausa para resituar a cada uno en su sitio. Y a nosotros, los ciudadanos de a pie, los que nos ganamos la vida trabajando, nos toca volver a trabajar para sobrevivir y poco más; y nos toca repartir los exiguos beneficios de nuestro esfuerzo para que unos pocos puedan seguir nadando en la abundancia.
Al menos, en España, hemos podido elegir a Mariano Rajoy y no nos ha pasado como en Italia, donde han puesto a gobernar a un lobo con piel de cordero: Mario Monti: ni más ni menos que un exconsejero internacional de Goldman Sachs, en activo cuando Goldman Sachs se dedicaba a ocultar las cifras del déficit griego, cuando Goldman Sachs se dedicaba a invertir en basura financiera,... Pues esto, para evitar que las ovejas se den cuenta que no hay pastor, nada mejor que fichar a un lobo disfrazado de ovejita. Así las ovejas se sienten seguras en su ignorancia y los lobos pueden seguir zampándose cordero sin el riesgo de que las ovejas aprendan a hacer las cosas de otra manera y algún “ferranadrià” acabe inventando el carpaccio de lobo.
Ahora sólo nos cabe esperar que en el estrecho margen de maniobra que le queda a la política, Mariano Rajoy no lo haga muy muy mal y sea capaz de cumplir con los requerimientos de sus jefes sin condenarnos a todos a una precariedad tan absoluta como su absoluta mayoría.
Jordi! Cotinuo llegint el blog, sobretot avui he représ la lectura ja que l'Agata m'ha passat el blog com a novetat, i he vist que ja hi havia estat per aquí.
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